lunes, 23 de enero de 2012

De antemano, gracias por responder al ejercicio de análisis con sus opiniones.
Empezaré por lo último, por el epílogo del documento, pero antes de eso, les hago saber que mis comentarios son bajo la estructura de una respuesta amplia que pretende incluir a todos con sus aportaciones a la discusión. No me será fácil, lo intentaré. 

Estaba a punto de pensar que nadie había puesto atención al texto final del documento que remite al autor de las líneas sobre la condición de la política en un contexto actual. Me refiero al filósofo Alain Brossat. ¿Alguien investigó quién es esa persona? Pero una de las aportaciones de (Arena de Luz) IA lo menciona y destaca la posible analogía de los idiomas. Para el caso, observen la diferencia entre el significado de la palabra en francés plèbe –plebe en español- y en inglés lo que es scum, como escoria. La analogía aquí es interesante porque podría suponerse que la barbarie emana de una condición determinada por la subversión contra los parámetros de un sistema establecido o apoyado en el poder.


El ejercicio indica entre peticiones lo siguiente: punto 3.- Tomen en cuenta todos los detalles del documento. En este sentido no sólo son las imágenes. Ojo con eso. 
punto 4.- Es conveniente, buscar información sobre el autor y los detalles expuestos al final.  
¿Por qué me detengo en esto? Pues porque más adelante en el curso veremos que la imagen no sólo remite a lo que suponemos que es visual como una evidencia determinada por lo que imaginamos o por lo que suponemos que es incuestionable en la visión.

Ahí está la frase que dice mas o menos así:
Si acaso regresara la política
Solo sería desde su condición de salvajismo y su marginalidad irrespetuosa
entonces, un rumor sofocado se levantaría donde se escucharía un grito
¡Somos escoria! ¡Somos barbarie!
Creo que uno de los puntos de discusión inicial se ubicaron en la necesidad de definir lo que asumimos como “barbarie”, y los comentarios al documento de Jean-Gabriel Périot provocaron que se cuestionara si los que asumen el poder desde la subversión o la insurgencia son los bárbaros porque rompen con un equilibrio establecido por un poder fáctico de un Estado ¿o son estos los que tienen el poder, los que en determinado momento asumen esa condición de barbarie?
Las líneas de Brossat parecen invertir aquí –como lo comentó Yumnia en relación al orden de un posible final inverso- lo que sería ilógico suponer desde el poder que sería barbárico. De tal forma que en varios comentarios identificamos a los bárbaros como los que protestan o los que están fuera del orden establecido. El rosario de comentarios se inicia con una pregunta de Jainite: ¿a causa de qué se vuelve una persona “un bárbaro”? y esto permite entrar en el campo de las definiciones para ir poniendo en orden las ideas expuestas. Criss Vázquez alude a la idea de que “todos somos bárbaros”; Sabina dice “El romper con el sistema, rebelarnos físicamente contra nuestros gobernantes nos hace caer en el salvajismo”; Viviana agrega: “Estoy de a acuerdo con Criss respecto a que todos al final de cuentas somos bárbaros, en los ojos de alguien mas”; y en este sentido pareciera que en el orden de significados podríamos entender que romper el equilibrio nos pone en una condición extrema de transgresión en lo que suponemos está afuera, allá en lo otro, en el outsider.
Una de las preguntas obligadas podría ser ¿cómo distinguimos la distancia entre lo que suponemos como barbarie y civilización? El apéndice del documento revela así, una posible significación de lo que apenas unos cuantos minutos antes hemos visto. Y nos deja con la tarea de acudir al abanico de posibles significados en la edición de las imágenes.
No que sea ocioso definir el concepto de la barbarie, pero quizá aquí podríamos poner más atención a la construcción de elementos visuales en el documento de Périot. Dejémosle por tanto en la definición cercana a lo lejano, la idea de que el bárbaro proviene de un espacio ajeno, de lo que está en otro lado o lo que podría suponer una invasión a lo que se reconoce como propio. El bárbaro, o su condición, es lo que se opone a la idea de la civitas o lo civil-civilizado. De aquí la idea de que el bárbaro o su consecuencia es lo que se confronta al orden establecido. Esto lo comento porque creo ver en los comentarios una idea que se repite en torno a la parte resolutiva en el documento de Périot que hace suponer que los que se levantan contra los que tienen el poder son los bárbaros, la barbarie. Pero cuando un país invade a otro con todo su poder militar y político que “justifica” una guerra de unos sobre otros ¿quiénes son los bárbaros? ¿dónde ponemos pues la semántica del concepto? O por decir ¿a cuál fórmula de interpretación deberíamos acudir para poner en claro quiénes son los que representan a la barbarie? Bueno, eso en cuanto a la idea que pueden tener algunos sobre las partes que se confrontan en el documento que estamos analizando aquí.
Otro aspecto a considerar en mi percepción sobre lo que se plantea aquí sobre el video es que veo más descripciones que interpretaciones. El elemento cuantitativo en este momento del ejercicio no creo que sea determinante o demasiado importante, pues más adelante en el curso veremos si hay una diferencia entre lo que significa interpretar una imagen y describirla. Por lo pronto, dejemos aquí el comentario de que lo que prevalece es la descripción casi literal de lo que en el documento vemos.
En referencia a su categorización, digamos que se trata de un corto cinematográfico. O incluso podríamos llamarlo como un video, así, llanamente. Este trabajo de Jean-Gabriel Périot se mostró en el pasado festival internacional de cine de Guanajuato, y se incluyó en un racimo de cinco cortos, así llamados, como corto-metraje. Pero claro, las sugerencias que se hacen aquí para nombrarle son válidas. 
A la sazón, los comentarios son muy interesantes, pues parece que se hace entre todos un destripe, como si se tratara de una disección muy orgánica del documento (Mabel); se pueden incluso contar las imágenes, cierto, como dicen aquí, que van de derecha a izquierda ¿qué valor significativo le damos a esa dirección? Se dice con razón, que la música incide en la edición y que es importante en la forma en que podríamos ir interpretando el documento (Montse Ortiz) pues el criterio subjetivo aparece con las notas de ese aparato electrónico que termina en las cuerdas de un violoncello; (¿qué tal si vemos el video sin música, en mute, nos pega igual?) que los rostros sonríen, hay un análisis muy válido en los comentarios en torno a las secuencias de las imágenes, que en el traslape se van sobre imponiendo otras; nótese aquí cuando tenemos casi diez o nueve bandas en la edición junto con la música permite reconocer la intrusión o la accidentada irrupción de imágenes mas grandes de rostros que usan máscaras, con cubiertas como bandanas, paliacates, pinturas, luego podemos describir un cambio drástico en el movimiento.
Vayamos pues al reloj del tiempo, justo ahí en la mitad del documento fenece un sonido que parece remitir a un aparato que mide frecuencias cardiacas agonizantes. Aquí podemos jugar a la idea de que justo ahí, cuando se inicia una danza, irrumpe un cello con ciertos acordes que permiten llegar a un abrevadero o un remanso en la dinámica del documento y ahí, en lo que suponemos que la música nos habrá de revelar como el movimiento pausado o lento, se inicia entonces lo que suponemos que transgrede el orden de la civilidad.
¿No les parece esto un poco incongruente?
El video documento se divide -como dicen varios participantes con comentarios- en dos partes que se confrontan, que responden a intereses propios que parecen justificar ideologías, formas sociales, una determinada idiosincrasia, niveles de un orden de grupos o gregarios que se reconocen entre sí. El video se define –como lo describe Alonso- a partir de los elementos sociales del poder, ya sea de los minoritarios que están en lo alto de una columna, o ya los que desde abajo asumen el poder de la consigna. Aunque podría parecer una narrativa clásica (Alonso) en el formato que inicia con los que “están arriba” los poderosos (Arena) en el poder son los que entran y los de “abajo” los oprimidos (Arena) son los que terminan la secuencia, el esquema del documento también nos podría poner en una lógica inversa de la condición analítica a la hora de definir elementos visuales que le componen.
Nos encontramos así entonces frente a un documento visual de nuestro contexto histórico cercano o muy contemporáneo, si se me permite la redundante. Con los elementos de la visualidad determinada por una cinemática, por una edición inteligente que incide en el plano consciente de las emociones, y que logra captar la atención en la dinámica de las imágenes en movimiento que están fijas (paradójico ¿no?); en una especie de animación que proviene en esencia del animae del ícono, o de la imagen del poder. Desde el que se ejerce en lo legítimo, y desde el que se ejerce en la transgresión de lo que se nos impone. Mientras en el inicio tenemos a los poderosos sonriendo, poco a poco –veamos las fotos de los grupos de la milicia- las sonrisas van desapareciendo para esconderse detrás de una máscara o un cubre-rostro que permite en el anonimato identificarse con el otro. Entonces, Périot cierra una vez logrado el objetivo de irrupción con unas líneas que nos dejarán pensando en quiénes serán entonces los que gritarían: “somos barbarie”.  
Mas adelante cuando veamos el Guernica de Picasso recordaremos de nuevo a Périot en el formato establecido en este video, y encontraremos quizá que la música la podremos realizar en silencio mientras describimos ese evento histórico en la infame población española.   
Bueno, hasta aquí llego, más adelante trataré de responder a preguntas y conceptos establecidos por los comentarios en el orden en que vayan siendo expuestos. Nos vemos en (j)aula. Saludos.
 
JB

2 comentarios:

  1. Hoy, explorando la página de Zonezero me encontré con este texto de Walter Benjamin....
    "Jamás se da un documento de cultura sin que lo sea a la vez de la barbarie. De igual forma que él mismo no está libre de barbarie, tampoco lo está el proceso de transmisión en el que pasa de uno a otro. Por eso el materialista histórico se distancia de él en la medida de lo posible. Considera cometido suyo pasarle a la historia el cepillo a contrapelo".

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  2. Mm, la frase da para pensar. Y la alegoría sobre el cepillo a contra pelo pareciera indicar una lucha contra lo que el viento dirige en su vuelo.

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