Es cierto que cuando vemos la película de Rashomon de Akira Kurosawa por lo general respondemos a la literalidad de la trama que nos hace suponer que nosotros somos parte de la misma, porque aunque no somos visibles estamos ahí no solo como espectadores sino como co-protagonistas o ejecutores, actuamos como jueces que tendrán la oprtunidad de emitir un juicio al final, a partir de un relato que nos acerca a la idea de que encontraremos la verdad final o resolutiva del caso o el misterio en torno a un crimen.
Incluso podemos -con todo derecho o validez- suponer que las cosas no son como imaginamos en la ficción. O podríamos también jugar a darle sentido a los símbolos que ahí encontramos; por ejemplo, el movimiento de la cámara que sigue al leñador (mientras inicia su descripción de los hechos, muy temprano en la película) pareciera que uno es el que le sigue en sigilo o casi furtivamente; pero esto es asunto técnico para otro análisis.
Podemos también suponer que el sacerdote es el que insiste en el mensaje de la humanística y la buena voluntad luchando contra la condición pecaminosa del hombre o sujeto social. Suponer que el bebé que irrumpe con su llanto en la discusión es la señal de una nueva esperanza en la historia del mundo en su podredumbre, etc. O podríamos también encontrarnos con el estupor de poder revelar la verdad en la muerte. En fin, podemos hacer una lista de alegorías que comprenden un extenso compendio de interpretaciones en torno a esta fascinante historia.
Volvamos aquí a la interpretación, y no sólo a la descripción literal de la trama.
Tenemos entonces dos bandos, en la disposición de personajes que parecen encontrarse en un laberinto tejido bajo el espectro de las pasiones, de la condición visceral de un cientificismo lógico que pretende exigir la lógica y racionalidad empírica, es decir, creer lo que se dice en tanto se demuestre con hechos irrefutables. De aquí que las descripciones de cada versión sea importante considerarse, porque de ellas emana la construcción de un rompecabezas integral como un todo.
Y es extraordinaria la idea incluida, de poder pedir una versión verídica de una persona muerta, por eso la médium nos pone en una posición de duda inalterable cuando tiene posiblidad de comunicarse con el samurai ya muerto.
"Mentira, el muerto también ha mentido" nos dice el leñador en su plática bajo la puerta de Rashomon. A lo que responde el sacerdote: "... no es lógico, que una persona muerta no diga la verdad".
En este enunciado entonces parece que nos encontramos ante la encrucijada de lo que en apariencia suponemos desde la condición real y la que se encuentra en otro plano subjetivo. Ojo aquí, la evidencia a partir de la lógica del hombre muerto entonces está determinada por lo que sería la verdad desde la otredad, desde un espacio o dimensión aparte que nos sustrae de toda lógica mundana ajustada al juicio subjetivo de lo que se esconde o no se quiere decir por temor a represalia. Es como un axioma que nos induce en la veracidad desde la duda.
Un muerto qué necesidad tendría de mentir, leemos esto en el argumento del sacerdote. ¿La evidencia se encuentra entonces en lo que es indemostrable, como la muerte?
Quien sabe la verdad es el que no está aquí. La verdad de los hechos se encuentra entonces en ese apartado con candados, inaccesible, a no ser por el poder extraordinario de una psique poderosa que nos lleva hasta el lugar donde podemos escuchar la voz de lo ajeno.
¿Es curioso no? ¿no acaso es esto una posibilidad alternativa a encontrar la verdad en algo que no necesariamente es visible o evidente?
Vayamos ahora al contero de personajes: por un lado tenemos a Tajumaro el legendario ladrón, a su delator o capturante que ostenta un valor artificial cuando lo presenta ante los jueces.
Luego está el orgulloso samurai que camina por el bosque con su esposa; hasta aquí etonces los tres personajes principales -un cuarto personaje es el que captura a Tajumaro- que podríamos confrontar con los que abren la historia.
Acá en la simbólica puerta de Rashomon, tenemos en otro bando, a un sacerdote, a un forastero y a un leñador. Estos personajes podrían referirnos a aquellos tres polémicos viajeros - finalmente filósofos- que se adentran en la Zona en el filme Stalker de Tarkovsky. Un científico, un artista-literato y un hombre comunero o mortal cotidiano que representa al sentido común; mas no por ello marginal o abyecto, al contrario, es el que guía al arte y a la ciencia en ese derrotero a lo desconocido.
Aquí en Rashomon en cambio tenemos al pensamiento metafísico, la bonhomía y la preposición humanista en el sacerdote; al hombre visceral, pragmático y utilitario que apela a la lógica y la razón de los sentidos en el forastero que no se interesa en aburridos sermones; y finalmente en el que supone ser incrédulo o insiste en no querer creer lo que había visto, el leñador, ese hombre determinado por una literalidad de los hechos en un presentismo o en la lógica de lo que alude a la historicidad de lo que él percibe, y que esconde en el artificio de la duda o su ignorancia.
¿Cuál es entonces la lección que debemos aprender de la historia de Rashomon? o ¿cuáles serían esas lecciones, si acaso quisieramos sacar más hebra de ese tejido de elucubraciones?
Si creemos que la lección de esta historia es en torno a la realidad entendida a partir de las diferentes versiones, entonces podríamos suponer que tanta descripción de los hechos, aunque forma parte de un todo como lo dije antes, también son verdades relativas que podrían tener como condición el dejo de la ficción o de la simulación revelada; como lo hace al final el forastero que confronta al leñador haciéndole ver su falsa postura y descubriendo parte de su historia escondida.
Aquí la alegoría de la fábula de los seis sabios ciegos que describen a un elefante podría ponernos en un plano de interpretación relativa, es decir, todos podríamos tener razón y también todos podríamos no tenerla.
Vayamos pues a un ejercicio dirigido a la idea de lo que entendemos como veráz en lo que es la imagen y la imaginación, aquí unas preguntas a responder:
1.- ¿Cómo suponemos entender la verdad de este hecho en las descripciones de cada historia a partir del relato y sin mostrar evidencias?
2.- ¿Necesitamos de la imagen concreta como un argumento-a fortiori para demostrar que se fue testigo o que se ha presenciado algo? De no ser así, entonces ¿los locos dicen la verdad?
3.- ¿Dónde está la imagen del evento, del crimen en Rashomon? ¿Cómo la construimos?
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Nota a participantes: hay que elegir al menos dos de las preguntas para contestar en el comentario a este post y dejar dicho a cuáles de ellas están respondiendo. Por favor, suscríbanse a ello para poder ir haciendo una evaluación. Gracias.

Creo que, respondiendo a la pregunta 2 entramos en un campo de discusiones no sé si inclusive de carácter filosófico, ya que ver, no simplemente es el hecho de aceptar como cierto lo que nuestros ojos ven, sino hacer uso de nuestros conocimientos adquiridos para poder definir y valorar esa supuesta realidad que observamos. En la sociedad actual y desde hace tiempo, al menos el espectador común, o la sociedad en general, cree firmemente en las imágenes, creo también que por cuestiones sociológicas y religiosas se nos inculca la imagen como algo sumamente simbólico y representativo, algo que debemos de aceptar aún sin conocer, y son necesarias para demostrar testimonios o presencias; si Juanita va a Cancún y lleva una fotografía de una playa desierta, donde no aparece ella, mucha gente dudará de la veracidad de Juanita, sin embargo Juanita podrá asegurar que es cierto. Entonces entramos en un plano donde lo que es verdadero y tangible para Juanita no lo es para su espectador, pero y sí en realidad Juanita realmente fue a Cancún pero el otro espectador lo desconoce por completo, entonces entramos a un plano que concuerda con lo que comenta JB acerca de que los locos dicen la verdad, como confiar en alguien o en algo tan fuera de lo establecido en argumentos y palabras que no se pueden ver algo así como podría ser el muerto en la película de Rashomon, como hacer valer la verdad desde la otredad como saber sí realmente es cierto, ya que como menciona el viajero en está película los humanos somos mentirosos por naturaleza. Creo y es una opinión muy personal que todas las personas pueden decir la verdad, al menos para sí mismas, aunque sea imaginario, la imaginación existe y puede ser verdadero para quien lo vive, así que los locos pueden vivir su propia verdad sin que necesariamente sea una verdad absoluta, osea para todo el mundo, se que tal vez es entrar en un plano muy subjetivo. Es difícil decidir quien está en lo cierto, y se vuelve aún más difícil en la sociedad actual, ya que retomando lo de las imágenes y hoy en día también las grabaciones, creo que para el espectador común que no se pregunta si en realidad los fantasmas del programa de tv del domingo son reales o son simples actuaciones o vídeos truqueados, sino simplemente acepta lo que ve como realidad, no se sí aquí comienza una repsuesta a la prgunta 4 pero continuaré, el común de las personas supone la verdad creo yo que no solo a través de lo visible sino a través de lo sensible. Si lo puedes tocar, oler, ver, entonces es verdadero, y creo que esto son cuestiones meramente sociológicas o de imposición, porque yo creo en los atómos, pero nunca e visto uno, prácticamente es invisible. Pero muchos sabemos que existen, el conocimiento nos ha dicho que existen, y los ilustradores deciden mostrarnos cómo es, para que nuestra sociedad basada en creer en las imágenes o todo lo que sea visible o sensible pueda decir que sí exite un átomo, el ser humano desde tiempos pasados a necesitado creer en algo y lo ha vuelto tangible a través de las imágenes por medio de aquello que puede percibir con sus sentidos, sin necesariamente percibirlo con la mente. Creo que está en nuestro papel, compartiendo un poco lo que opina JB, el hecho de refutar si todo lo que vemos o sentimos es real, la verdad yo no puedo asegurar que exista un átomo, por que mi experiencia sensible no me lo a mostrado aún, además de que suponer la verdad en mi mente, puede abrir un campo infinito de posibilidades. Creo que me extendí demasiado espero haber podido dar orden a mis ideas.
ResponderEliminarCriss Vázquez
Criss: tu respuesta y comentario a la pregunta que has elegido resulta ser muy interesnate en la forma en que la expones.
EliminarCierto, vivimos desde que somos pequeños en un mundo social donde se nos inculca que lo que es verdadero es lo que es posible como una visualidad.
Es curioso, pues cuando una persona está halucinando o está por un trance psíquico de otro nivel se dice que "está viendo visiones" (sic) o "tiene visiones o hay voces que le hablan.
Creo que ubicas tu apunte en lo que podría ser un axioma en términos de lógica. Cierto, también no necesitamos ver para creer. ¿O sí?
Una observación nada más, creo que confundes lo sociológico, que es como una investigación o un discurso de análisis, con lo que es social, lo qu se comparte en una sociedad. No sé si me explico.
Bien por iniciar el diálogo.
Si creo que si estoy utilizando mal el termino me refiero como dices a lo que es social.
EliminarEn relación a la pregunta 1, creo que si hay evidencias y son cada palabra que los personajes dicen al agregar su versión de los hechos;mucho de eso es verdad y aún más es mentira, sin embargo algo cubren y protegen, tienen una razón de estar relatando. Las palabras y frases que mencionan van tejiendo el panorama real, es como si entre ellos mismos se pasaran la bolita, porque quizás a ninguno le conviene decir lo que realmente sucedió.Algo muy importante es la presentación de la historia, es una película obviamente se supone que nosotros observamos cada actuación y si es cierto que también fungimos como jueces, ya que vemos el total de la cinta podemos relacionar desde cambios de escenario, ademanes, gestos y movimientos de los personajes. Por ejemplo cuando el ladrón habla su versión de que el asesinado acepto tan fácil seguirlo hasta encontrar las espadas que le vendería el ladrón, el mintió, ya que si de verdad hubiera querido a la mujer o le hubiera importado no la hubiera dejado sola tan fácilmente, al igual que cuando la mujer presenta su versión y justo en el momento en que habla del asesinato, baja la mirada y se inclina para buscar que decir; ademas creo que no se debe confiar tanto en el ritual que hace la mujer para poder interpretar lo que su esposo vivió justo antes de morir puesto que es la mujer quien lo hace y ella es testigo de su muerte; y por último como versión importante tenemos al leñador, el también miente, pero protege algo, tal vez sea el bebé que sale al final y por eso todos mintieron porque lo estaban ocultando y por eso no se habla del bebé hasta el final, hasta donde se supone que el espectador entablo una relación de los hechos.
ResponderEliminarMa Loza
Que importante es un acento en nuestra redacción. En la entrada de tu apunte cuando veo el si no sé si es sí afirmativo o si denotativo. Entonces leo y trato de imaginar si dices que sí hay evidencia en cada palabra que dicen los personajes pero, luego me importa mas que digas que es mentira o algo ocultan.
EliminarLo que dices sobre "a ninguno le conviene decir lo que realmente sucedió" me parece un punto a destacar pues podríamos suponer que entonces todos mienten.
Sin embargo ¿no crees entonces que si todos mintieran la historia no tendría una referencia hacia lo que pudiera ser la verdad? Quizá sería entonces una historia muy plana si no pudieramos referir como medida a lo que suponemos que se va a decir en un jurado.
Bueno, seguiremos aquí comentando.
JB
La posible respuesta a la pregunta no.4: suponemos la verdad a partir de lo visible porque el ser humano necesita pruebas factibles sobre cada actividad que realiza durante el día, necesita saber que toca, que respira, que come, que mira, observa o ve; es decir pasar información del exterior por medio de un estímulo a través de lo único que le acerca a lo real del mundo, su CUERPO. Creo que le nombra verdadero a todo aquello que puede comprobar, ya sea por si mismo o a consideración de un grupo de personas.
ResponderEliminarMa Loza
...entonces cuando duerme durante la noche ¿ya no está en la realidad? o por decirlo de otra forma ¿ese cuerpo ya no percibe la realidad?
EliminarEl sistema nervioso creo que se divide en simpático y para-simpático, y uno de ellos -entre otras funciones- controla al cuerpo durante el sueño nocturno, entonces cuando uno tiene sueños que se convierten en pesadillas, ahí hay un enlace que nos permite poder despertar cuando el cuerpo no responde a una señal pro-activa. Por eso no podemos correr bien en sueños y nos desespera eso y despertamos con cierta angustia.
Pero el cuerpo dormido no está desconectado de la realidad.
¿Necesitamos imágenes para los sueños?
JB
En los sueños encontramos una realidad construida, pues es un collage inconsciente de imágenes que hemos visto incluso hasta acciones que se han vivido, por ello cuando logramos recordar alguno de los sueños que tenemos durante la noche reconocemos situaciones, lugares o personas que aparecen.
EliminarJainite: me da curiosidad tu apunte y decidí preguntar esto: ¿cómo soñarán los bebés que apenas tienen unos cuantos meses de haber nacido? ... será entonces que, a partir de las imágenes de la realidad que experimentan en esa etapa de la vida ¿ellos no tienen sueños?
EliminarJB
Respecto a la primera pregunta:
ResponderEliminarSuponemos entender la verdad porque consideramos, o más bien generamos la evidencia a partir del lenguaje mismo y nosotros somos quién la dotamos de mayor o menor certeza.
El lenguaje evoca, apela a conceptos por medio de imágenes –o no sé si se dé al revés- , de ésta manera, es nuestra imaginación la que completa cada versión para posteriormente elegir la que más nos convence.
Esto anterior, podría tomarse como respuesta a la pregunta 3. Porque la imagen del evento, del crimen, no aparece en la película, no está ahí. La imagen la generamos de manera mental, la visualizamos, más no la vemos.
La verdad (o lo que entendemos por ésta) y la manera de concebirla, está sujeta a la experiencia, al contexto.
Como el ejemplo que alguna vez mencionó JB en clase: no será lo mismo, la interpretación que demos nosotros (estudiantes de artes) del cuadro de los zapatos de Van Gogh que la interpretación que dará alguien que lo observa por primera vez. Sin embargo, no creo que esto haga que una interpretación sea más veraz que otra, ambas lo son, de manera relativa, pero lo son. Cada quién hace su interpretación en relación a su experiencia; así, se podría decir que alguien que ha llevado una vida católica estaría más inclinado a creer en las palabras y la postura del sacerdote, y todo lo que éste diga, será verdad para ésta persona.
Creo, que las referencias empíricas son lo que determinarán lo que cada uno considera como veraz.
Yumnia
Yumnia: este apunte que haces es interesante.
EliminarPero quisiera destacar al menos unas dos o tres líneas.
Cuando hablas de lo que uno cree a partir de las creencias que nos inculca la religión, me parece que es uno de los puntos torales que vamos a tratar en este curso.
Cierto que todos hacemos interpretaciones como nuestra capacidad de análisis y resolución nos permite, pero también hay campos donde las imágenes parece que vienen a sustituir y a veces a reforzar lo que no se puede comprobar con una evidencia muy concreta o fáctica.
Para el caso un ejemplo: no basta con que los católicos crean en los poderes de lo que se invoca (entre ellos este término que mencionas como lo que se evoca un lenguaje, que se convierte en poder, la palabra ejerce un poder, "palabra de Dios" "te doy mi palabra" etc.); entonces se inventa en el artilugio una imagen que demuestra que las cosas existen, como el manto de la virgen de Guadalupe, cuyo caso más adelante vamos a revisar en el curso.
Ya que tenemos el manto de la guadalupana, al paso, lanzamos -o usamos en el lenguaje- la imagen que se tiene de un indígena de la época y hacemos beato a Juan Diego.
Así, el signo que parte de la idea deviene en lo compartido en el consenso, en una creencia o idiosincrasia.
Entonces vamos tejiendo en un rosario (para estar a tono con el tema) de intepretaciones que nos permiten corroborar, demostrar "científicamente" que las imágenes religiosas también tienen validez proyectiva, es decir, que lo que proviene de ellas es una verdad irrefutable.
Que bueno que mencionaste esto de los católicos (aunque, ojo, todas las religiones occidentales hacen uso de la imagen como medio de comprobación de lo que se debe creer) pues más adelante dedicaremos unas dos clases a leer sobre los misterios de la imagen en lo que se considera sacro o lo que está aparte.
Bien, por aquí nos leemos.
JB
Sobre la pregunta 4, creo que tenemos fe en la veracidad de la visión, en su objetividad, como dice el dicho de "hasta no ver no creer". Debido a que en esta ocasión no podemos ver realmente lo que sucedió en la escena, recurrimos a la subjetividad que representan los relatos contados, sobretodo la del medium. En este caso, la verdad se encuentra en la muerte, pues es el único lugar donde no somos engañados por el velo de los sentidos ni tampoco somos controlados las pasiones humanas.
ResponderEliminarSobre la pregunta 3, me parece que Kurosawa nos demuestra que no es necesario tener una imagen de los sucesos, en lugar de ello ésta se va construyendo a través de los variados testimonios que dan los personajes, de modo que tenemos varias versiones de lo que puede conformar la imagen del crímen.
Sabina: buen punto. Lo resumes bien. Me llama la atención la línea donde mencionas el adagio "hasta no ver no creer" y su posible relación con un tomismo (http://es.wikipedia.org/wiki/Tomismo) basado en la razón, o en la posiblidad de creer en lo que se origina en una fe -o creencia- irrefutable sobre algo que podría no estar ahí.
EliminarCierto, el crimen pareciera no estar ahí, y lo primero que escuchamos en la peli es al leñador diciendo: "no lo entiendo, deveras no lo entiendo" en la confusión entre lo que se sabe lógico y lo incomprensible por su misterio.
En relación a tu respuesta tres, podríamos preguntarnos: pese a que no comprendemos algo, o que ese algo no lo vemos, entonces damos por sentado de que pese a no estar ahí o aquí ¿existe? Ojo aquí. Te recuerdo una de las frases del sacerdote en la puerta de Rashomon, cuando le dicen que también se tomó en cuenta la versión del muerto. Esa frase está en mi apunte sobre la peli.
Cierto, en la condición de la muerte hay una verdad indefectible, es decir, inseparable.
Bien, seguiremos leyendo apuntes por aquí.
JB
En cuanto a la pregunta cuatro, estamos rodeados de imágenes que creemos es la verdad, me hace pensar en los medios de comunicación, que transmiten noticias, pues respaldan con imágenes lo que cuentan para construir en el receptor una idea de los hechos aunque lo que relaten como "verdad" no sea lo que realmente paso. Entonces en la película tengo una secuencia de imágenes, lo que cada uno vio o lo que cree que vio, pero ninguna concuerda entonces a pesar de que fui espectador de todo no tengo ninguna verdad absoluta, entonces en el caso de la película ¿qué función tiene la imagen como testigo confiable?
ResponderEliminarEn cuanto a la pregunta dos, la lógica que hemos aprendido y que aplicamos es en la demostración de las cosas a través de lo que perciben los sentidos, sobretodo la vista que es la ventana al exterior o la realidad. En el caso de Rashomon son solo historias que cada personaje construye en su realidad y sobre todo porque mantiene su beneficencia, se protege a si mismo, relatando algo que no paso y no deja saber realmente lo sucedido.
...justo esa es una de las preguntas que deberíamos hacernos ¿cuál función tiene la imagen como testigo confiable?
EliminarA partir de tu apunte quizá deberíamos acotar sobre lo que dices en torno a los sentidos y en específico el de la vista o la visión, pues, los ciegos no ven pero no por ello no comprenden la realidad.
La parábola de Saramago en su obra Ensayo de la Ceguera podría servirnos de referencia aquí, en tanto, nos acerca a la idea de que los que son ciegos o que no pueden ver, tienen sus sentidos extendidos y "ven" lo que nosotros no vemos, en un plano táctil por ejemplo.
Mientras que los que podemos ver, no vemos lo que está frente a nuestra nariz por ser indolentes, indiferentes, o llanamente crueles ante el mundo que se cae frente a nosotros.
Entonces, me gustaría preguntar: ¿cuál será en estos tiempos nuestra ventana al exterior?
JB
Tal vez nuestra ventana exterior sería el juicio, lo que nos interesa saber; conforme al bagaje que formanos a través del tiempo. Y con ese juicio capturamos la informacion que deseamos recordar y que juzgamos como la verdadera.
Eliminar¿por qué suponemos la verdad a partir de lo visible? y ¿Cómo construimos una imagen inexistente?
ResponderEliminarYo creo que todo se debe a una antigua raíz (quizá que podría explicar algún antropólogo) que en general como especie nos ha acostumbrado a demostrar de forma visible cada hecho, emoción, sentimiento o encrucijada mental.
Tenemos por tendencia una necesidad representar todo, entonces ¿cómo no vamos a creer en las ideas comunes que nosotros mismos generamos? le damos fe a lo que vemos, porque sentimos que es tangible y comprobable.
Sin embargo, como ya mencionaba JB, Tal como Tomás de Aquino (y lo parafraseare para no comprometerme y poner palabras en su boca) cuando busca la más pura verdad y afirma que cualquier acto y afirmación que se apoye en el genuino sentimiento de la fe, será real y esa será la verdad absoluta, por lo menos (quiero pensar) para el sujeto que la afirma. Y qué si no? si cada día vivimos apostando por que lo que tenemos y percibimos sea real, en un total y profundo acto de fe, apostando porque todo sea cierto.
Y yo concuerdo con el santo en que todo lo que se origina de la fe es irrefutable, aunque nunca hayamos visto prueba alguna de lo que profesamos.
Por otra parte:
El cerebro humano esta diseñado (si es que hay alguien que lo diseñó) para no tener ausencias: cuando falta información que no vimos, no vivimos, no recordamos o no entendemos "Confabulamos", el término o padecimiento de lo más regular en un mecanismo de natural defensa para no tener ausencias de información. Los humanos vamos a completar siempre todo aquello de lo que no tengamos información, la completamos a partir de la experiencia, de otros recuerdos o de la siempre útil intuición, mucho de cómo "re llenamos" esas ausencias se basan en nuestra educación y formación, en la forma en cómo se nos enseñó a razonar y de las acciones lógicas que siguen a cada acto o pensamiento.
La imagen ha sido tradicionalmente veraz, ya que ha sido el medio inmediato para registrar lo sucedido. Pero su fidelidad ha sido puesta en tela de juicio en múltiples ocasiones, sobre todo en la pintura cuando se realizaban interpretaciones de lo que se veía (de ahí que se llamará en el renacimiento una técnica de ilusión).
Con el surgimiento de la fotografía y posteriormente de la cinematografía, parecía que ya nada podía ser más real: se plasmaba el suceso integro y fielmente. Por mucho tiempo la imagen fotográfica fue considerada como el arte de capturar y registrar momentos.
Hippolyte Bayard (http://es.wikipedia.org/wiki/Hippolythe_Bayard) representa un caso temprano en el que se quebranta el valor de veraz en la imagen fotografica .
Como supongo que hablaremos un poco más de esta dualidad de real o no que tiene la fotografía y el video, sólo le comparto la imagen con la que se arranca la larga carrera de la fotografía de ficción.
Autorretrato como un afogado, 1840.
http://3.bp.blogspot.com/-R8CGEb6XgHo/ToF0IprO-mI/AAAAAAAAAAQ/bPqD88vig7E/s1600/6079900672_9b3368d2d6.jpg
márquez
Francisco: tu apunte es bueno. Dejas ver entre líneas un sentido de interpretación metafísico y eso es válido.
EliminarYo también coincido en algunas cosas que dice el sacerdote, pero apenas estoy digiriendo lo que dice él cuando el forastero me pone en un predicamento.
Quizá sea que así estuve marcado históricamente por los discursos entre la fé y la razón.
Luego sostienes bien la idea de la imagen a partir de su interpretación fisiológica, bueno, al menos tienes dos puntos de referencia con los que puedes jugar a tratar de ver lo que suponemos entender a través de la imagen, y de la imaginación; que por cierto, ésta última en la retórica religiosa se da muy bien.
Sobre el documento de Bayard, me parece que es un ejemplo muy oprtuno que lo traigas a este foro donde podríamos discutir más sobre la veracidad de ese performance, pero quizá en otro apartado lo discutamos más (pues como podrás ver, aquí nos quedamos con la idea de Bayard un poco marginados por los otros participantes); en fin, la propuesta de Hippolyte Bayard creo que es un referente histórico de cómo se inicia el trucaje de la imadgen fidedigna que parece demasiado real y resulta conceptualmente una trampa.
Me encantaría refutar tu idea de: "...yo concuerdo con el santo en que todo lo que se origina de la fe es irrefutable, aunque nunca hayamos visto prueba alguna de lo que profesamos". Pero creo que eso es harina de otro costal, y para el caso, veremos en el curso, el ejemplo de la imagen de la Virgen de Guadalupe que estudia Serge Gruzinski para darle realce a la veracidad de lo que entendemos como imagen religiosa.
Bueno, ya nos veremos y leeremos en clase.
Bien.
JB
No podemos ni debemos hablar de verdades absolutas, menos hablando de testimonios, donde cada uno esta subjetivisado por una interpretación personal, que se ve afectada por un sin número de elementos que la enriquecen o la demeritan, cosas tan simples como la luz o la lejanía inciden directamente en la percepción, al igual que el interés o el bando en que se encuentre el testigo. En este caso quien hace una lectura de los recuerdos y vivencias es el leñador, hace una interpretación de tres interpretaciones al ser él quien cuenta las cuatro historias iniciales al forastero, la suya primero y tres ajenas después, para que al final adjuntarle una segunda visión suya, quedando en cinco relatos sobre el hecho. Hablar de la verdad en alguno de los testimonios es, desde mi punto de vista, aventurarse demasiado, la película no proporciona las claves necesarias para poder definir una historia como verdadera, al contrario, todas las versiones difieren, todos los personajes buscan protegerse bajo sus relatos, aunque pareciera ser que la segunda versión sobre el asesinato que hace el leñador estuviera mas encaminada a ser verdad, es una replica que se le permite, pero que el forastero, personaje incrédulo, lo encara y lo hace callar con una acusación, la cual el no puede responder. Entonces nos vemos imposibilitados a conocer una verdad sobre el crimen cometido, con esto no quiero decir que la verdad como tal no exitista, pero los relatos la han modificado, consiente o inconscientemente, para el beneficio propio de los participantes. Esto con respecto a la primera pregunta.
ResponderEliminarLa segunda pregunta me remitió a la introducción que Joan Fontcuberta hace sobre su libro “El beso de judas, fotografía y verdad”, en donde él dice “Toda fotografía es una ficción verdadera. Contra todo lo que nos han inculcado, contra lo que solemos pensar, la fotografía siempre miente, miente por instinto, miente porque su naturaleza no le permite hacer otra cosa”. Me remito a la fotografía por ser mi medio más próximo, por ser la productora de imágenes por excelencia, por ser una imagen concreta, con esto no se hace a un lado a los demás medios. La imagen fotográfica es una edición de la realidad, el encuadre, el objetivo, el color o la ausencia de este, lo inerte, lo plano, el tamaño, etc., todos son factores ajenos a una realidad vívida, por lo que una imagen no es precisamente la encargada de corroborar nuestra verdad, la describe y hasta podría darnos la sensación de adentrarnos en ella, pero está sujeta a una una valoración y a una noción de la realidad que se quiera presentar. Fontcuberta dice “el buen fotógrafo es el que miente bien la verdad”. Pero entonces ¿los locos dicen la verdad? A lo que yo respondo, si la verdad es un constructo, por supuesto que ellos dicen la verdad.
Por otro lado y en referencia a los ejercicios anteriores, aquí yo encuentro ocho visiones sobre el asesinato y violación, las tres primeras de los participes directos, Tajumaro, el samurái (a través de la vidente) y su esposa, los tres presentes en el templo de Rashumon, el leñador, el forastero y el monje, por último los no (aparentemente) visibles, el juez y el espectador. Dejo de lado al personaje que capturo a Tajumaro y a la vidente, puesto que su participación no incide directamente en el hecho.
...
La verdad, tal vez, la encontramos solo en los hechos en los que todos coinciden, el asesinato y la violación.
EliminarAlonso: es problable que tu frase final sea la más contundente de todas las que expones, bueno, al menos una de ellas. Dices: "La verdad, tal vez, la encontramos solo en los hechos en los que todos coinciden, el asesinato y la violación". Pues creo que esta frase resume en gran medida lo que se considera verdad desde una condición o posición compartida.
EliminarDicen que el signo se convierte en símbolo cuando éste es corroborado por una colectividad. Es decir, si uno dice que esa imagen, o aquel cuadro etc. son reales, dificilmente podría ser creíble a no ser que una gran mayoría de personas coincidan con esa idea.
La idea compartida es la que se erige como una verdad, y que margina al que piensa que una colectividd no tiene la razón.
En relación al número de miradas que observas en esta película me parece interesante eso porque si quisieramos hacer un conteo de eso desde lo que uno piensa junto con la mirada, entonces nos encontraríamos con que el hombre muerto que hace un relato sobre lo que pasó también tiene posibilidad de interpretación o de una mirada que relata a partir de lo que vio.
Pareciera imposible asumir eso como una realidad, e igual si suponemos que el niño que llora al final también tiene posibilidad de ver algo.
Pero entonces pasaríamos al plano de la especulación y nos juzgarían locos.
Es curioso ¿no? que parece que la imaginación la tenemos que delimitar en el orden de lo que se supone que es la cordura. Y que para ubicarnos en la realidad tenemos que suponer que estamos cuerdos.
Bueno, ya comentarmos en clase otras cosas.
JB
Para el caso de la pregunta 1 se puede tomar como evidencia cada uno de los relatos, pues fueron testigos presenciales, pero eso no implica que sean verdaderos, sí son veraces, pero no nos indican que fue lo que paso tal cual sucedió, solo sabemos que evidentemente hay un fallecido, la razón: una mujer (que fue ultrajada), el lugar: es conocido, quienes participaron también se sabe. Es muy similar al hecho histórico, se sabe de él pero se desconoce a ciencia cierta que sucedió y cómo sucedió pues aunque fuésemos testigos presenciales de ello sólo tendríamos una sola visión de lo que sucedió: la nuestra, el relato de lo que fue, seria 100% subjetivo. En éste caso donde nosotros somos quien al final de cuentas fungimos como jueces nos vemos en la posición de decidir quién tiene la razón aunque en la película el director te influencia a inclinarte a la idea de que el más creíble de estos testimonios al final es el del leñador, pues te muestra lo integro que es cómo persona a pesar de todo, al adoptar a un bebe indefenso.
ResponderEliminarNo creo que la imagen sea necesaria para demostrar la veracidad de algo, pues al final de todo una imagen se crea, es decir se concibe en el imaginario, por lo que esta, está sujeta a interpretación y a una lectura que cada uno realiza de la misma. Al ser una creación por razones que el compañero Alonzo explico acerca de la fotografía, coincido en que los locos dicen la verdad, claro que al igual que cualquiera de nosotros desde su punto de vista personal.
En cuanto a la imagen del evento no está gráficamente inscrita en el filme, pero claro que sí en cada uno de nosotros (en un plano imaginario) pues creamos una serie de imágenes para poder explicar la serie de eventos (hacemos una edición personal de la película en nuestra imaginación siendo esta tan diversa como lo somos cada uno de nosotros).
Realmente suponemos que es la verdad porque nos es más cómodo etiquetar y decir “esto es lo que pasó” o por supuesto “esta es la verdad”, pues nos evitamos el ejercicio de construcción y conjeturas posibles de lo que sucedió y nos escudamos en decir: “ahí está lo estás viendo” o “un es evidente ¿no?”, refiriéndonos a el sentido de la visión en todo momento pues para nosotros es el sentido más “fiable” o ¿lo será? ……………. Mmm al final trate de contestar a las cuatro.
Pa Ro
Pa Ro: tu apunte es como un rompecabezas, en el sentido de la forma en que se unen las ideas. Al principio parece muy descriptiva tu nota, pero ya más adelante podríamos encontrar un juicio más personal cuando aludes a la idea de que "...la imagen no sea necesaria para demostrar veracidad". En este sentido, entonces lo que se une o se va tejiendo en la trama de la película es lo que construye el todo.
ResponderEliminarJB